Nada bueno nos trajo el Covid, salvo evitar el beso automático con desconocidos y tener que invitar a cada tío segundo y primo tercero al casamiento de tus sueños. El virus volvió imposible todo evento multitudinario y aquellos que soñaban con bodas masivas vieron caer sus esperanzas rápidamente... Pero la especie humana se viene adaptando a condiciones adversas desde hace millones de años, y así surgieron las microbodas.
La tendencia comenzó el verano de 2020, con la baja de los casos, y se consolidó. Una microboda es la posibilidad de tener el mejor casamiento que podrías imaginar en versión íntima.
Lo que parecía una contra, resultó una virtud
¿Quién hubiera dicho que achicar al mínimo “esencial” la lista de invitados era agrandar al máximo nuestras fantasías? A menos gente, más presupuesto: apenas veinte o treinta invitados a los que les podés ofrecer las opciones más exclusivas. Ya no hace falta debatirse entre elegir el mejor lugar, el mejor catering, música en vivo o disc jockey de moda: ahora podés elegir lo mejor de todo y todavía más.
Dale rienda suelta a tu imaginación
Si antes la lista de espacios típicos para celebrar bodas era tan corta que era imposible sorprender a tus invitados, ahora la sorpresa está a la vuelta de cada esquina. Lugares perfectos que nunca hubieras pensado para un evento de ciento cincuenta personas, ahora se vuelven opciones perfectas para tu happy few: restaurantes fuera de serie, terrazas extraordinarias, hoteles boutiques, resorts, estancias coloniales, museos o galerías de arte. Muchos espacios ya tienen su propio estilo, ambiante y personalidad, por lo que no hace falta que gastes en decorarlo, ¡solo alcanza con elegirlo! También podés optar por ese lugar que es tan especial para vos –una casa de familia, un parque de la infancia o tu bar preferido– y vestirlo para la ocasión.
Date el gusto y date el lujo de elegir lo mejor
Toda boda será juzgada por el éxito de la comida, la calidad del alcohol y el acierto de la música. Ahora podés subir al máximo tus expectativas e imaginar experiencias personalizadas para vos y tu círculo íntimo: una bebida para cada invitado, o un menú personalizado. Si soñabas con tener violines en vivo tocando música de salón, podés, y si querías tener algún invitado especial para sorprender a tus invitados con un show privado, en tu microboda te lo podés permitir.
El fotógrafo es personal esencial
No importa cuán pocos sean: ¡un evento tan extraordinario debe ser registrado para la posteridad!
¿Ya estás convencida?
